Encontrarse con un perro perdido en la calle puede ser una experiencia movilizadora. Queremos ayudar, pero a veces no sabemos cómo actuar correctamente. Lo primero es asegurarte de que estás a salvo y que el animal no representa un peligro. Si parece agresivo o asustado, es mejor no acercarse de golpe. Si se muestra amigable, podés intentar atraerlo con calma, usando comida o una voz suave.
Una vez que el perro está bajo resguardo, lo ideal es llevarlo a una veterinaria para revisar si tiene chip. Muchas mascotas perdidas tienen microchip con los datos de contacto de sus tutores. Si no tiene, revisá si lleva collar o chapita identificatoria. Mientras tanto, podés sacarle una foto clara para difundir en redes sociales y grupos de animales perdidos de tu zona.
Es muy importante no asumir que el perro fue abandonado sin antes buscar a sus dueños. Podría haberse escapado por un descuido o estar perdido hace pocos días. Compartí su imagen en Facebook, Instagram, grupos vecinales, radios locales y páginas especializadas. Cuanto más difundas, más chances hay de que alguien lo reconozca.
Si no aparecen sus dueños, necesitás evaluar qué podés hacer. ¿Podés tenerlo unos días? ¿Conocés a alguien que pueda acogerlo temporalmente? Si no podés ofrecerle resguardo, contactá a refugios o protectoras, aunque entendé que muchas veces están saturadas. Mientras tanto, garantizarle agua, comida y un lugar seguro es lo mínimo.
Encontrar un perro perdido puede ser el inicio de una nueva historia. A veces, vuelven con su familia. Otras, encuentran una nueva. Lo importante es no mirar para otro lado. Porque para ese perro, vos podrías ser la única esperanza.
